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Diferencia entre asesoría y consultoría. ¿En qué me ayuda cada una?

Diferencia entre consultoría y asesoría empresarial
¿Conoces la diferencia entre asesoría y consultoría? Tendemos a utilizar los términos de forma indistinta o como si fueran sinónimos, pero son servicios diferentes. En este post te contamos lo que hace un asesor y en qué se diferencia de lo que hace un consultor, para que puedas elegir al profesional adecuado.

Es habitual que las empresas, con independencia de su tamaño, necesiten ayuda de expertos y contraten un servicio de forma externa. Por ejemplo, puede tratarse de una persona que quiere crear una sociedad mercantil y necesite una asesoría o de una empresa que quiera modificar su estructura y contrate a una consultoría.

Diferencia entre asesoría y consultoría

Para comprender la diferencia entre asesoría y consultoría es importante conocer lo que hacen un asesor y un consultor:

Un asesor es un profesional que tienes conocimientos administrativos, fiscales, legales y contables. Es una persona que suele acompañar en su día a día a empresas y autónomos en su negocio. Suele realizar funciones como las siguientes:

  • Elaborar los modelos de impuestos y presentarlos.
  • Realizar la planificación fiscal.
  • Redactar contratos de trabajo, de compraventa, nóminas, estatutos, poderes, actas etc.
  • Confeccionar y optimizar la contabilidad de la empresa.
  • Elaborar los libros de la sociedad y presentarlos en el Registro Mercantil.
  • Gestionar la morosidad de los clientes.

Un consultor, sin embargo, suele realizar actividades puntuales, en el momento en que una empresa lo solicita. Por ejemplo, realiza las siguientes funciones:

Consultoría empresarial:

  • Reestructuración de empresas. La estructura que tenga tu empresa puede ser esencial para reducir los impuestos que pagas, proteger el patrimonio o recibir ventajas o ayudas.
  • Creación de sociedades holding. El holding empresarial se suele utilizar para agilizar la toma de decisiones, reducir el coste fiscal o para que el fundador de la empresa se pueda jubilar.
  • Escisiones patrimoniales. La escisión de sociedades se utiliza en distintas situaciones para proteger el patrimonio empresarial (por ejemplo, la sociedad es propietaria de una oficina), vender la empresa (en este caso, puede que al comprador no le interese una rama de actividad de la sociedad) o evitar que si la empresa atraviesa un mal momento, el propietario tenga que responder con todos tus bienes personales de las deudas de la empresa.
  • Elaboración de protocolos familiares y empresariales. Los protocolos familiares y empresariales facilitan la toma de las decisiones en las empresas, tanto familiares como no familiares. Algunos de los aspectos que regulan son los siguientes:
  • Transmisión de participaciones de la sociedad, incluidos los casos de fallecimiento de un socio.
  • Salida o entrada de socios.
  • Reparto de dividendos.
  • Retribución de los socios.
  • Actividad de cada socio.
  • Mayorías necesarias para la toma de decisiones.

Consultoría social:

  • Creación de Centros Especiales de Empleo (CEE) para favorecer la incorporación de las personas con discapacidad en el mercado de trabajo e impulsar la responsabilidad social corporativa.
  • Creación de Centros Especiales de Empleo de Iniciativa Social (CEEIS), para poder participar en los concursos públicos y tener más opciones de que tu empresa sea la elegida.
  • Profesionalización de los CEE. Se trata de dar un servicio que supone la gestión del personal, la selección de las personas con discapacidad para cada puesto de trabajo, la creación de los Servicios de Ajuste Personal y Social (SAPS) o la gestión administrativa necesaria para solicitar subvenciones.

¿Cuándo contratar a una asesoría o a una consultoría?

Por lo general, si necesitas a un profesional que realice labores que se repiten cada mes o de forma periódica, como la elaboración de nóminas o la presentación de impuestos, puedes contratar a una asesoría empresarial. Sin embargo, en el caso en que, por ejemplo, necesites reestructurar tu empresa para que sea más eficiente o para proteger tu patrimonio personal, tendrás que contratar a una consultoría de empresas.

Lo más aconsejable es que, a la hora de contratar este tipo de servicios elijas un despacho profesional que sea asesoría y consultoría a la vez, de esa forma, tendrás un servicio completo y te podrán ayudar tanto en la actividad diaria como en la solución de problemas puntuales.

En general, para la elección de un profesional que te pueda ayudar como consultor o asesor deberás cotejar los siguientes aspectos:

  • La experiencia del asesor o consultor, sus conocimientos y los casos de éxito que haya tenido.
  • La metodología que utiliza (cómo realiza el trabajo).
  • Las ventajas que puede aportar a tu negocio (ahorro de tiempo, profesionalización del servicio, ahorro de costes).
  • El precio del servicio. Es importante no valorar solo el precio como factor determinante para elegir a un consultor o a un asesor, sino que lo adecuado es valorar la oferta en su conjunto y determinar lo que ese profesional puede aportar a tu negocio.

Tal y como has visto, existe una clara diferencia entre las tareas que realiza una asesoría y las que hace una consultoría y cada una puede ser necesaria dependiendo de la situación de la empresa y de sus necesidades en cada momento.

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