
¿Sabes si tu empresa está obligada a tener un código LEI? Para determinadas empresas, obtener el Código LEI es obligatorio, y aunque su gestión no es muy conocida, puede causar que algunas sociedades incurran sin saberlo en faltas importantes.
Para evitar posibles problemas, este artículo explica cómo solicitar el Código LEI, para qué sirve, qué empresas deben tener el suyo propio y cómo puedes obtenerlo.
¿Qué es el código LEI y para qué sirve?
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El Código LEI es un identificador global alfanumérico consistente en 20 caracteres, único y permanente en el tiempo para la entidad que lo solicita. Aunque el número no cambia, su validez debe renovarse anualmente para mantenerse activo.
A grandes rasgos, el Código LEI sirve para la identificación financiera de las partes que intervienen en las operaciones financieras de todo el mundo, permitiendo así que los reguladores estén al tanto de los posibles riesgos desde las primeras fases.Esta medida comenzó a implementarse en 2012 por el G20 como respuesta a la crisis financiera sufrida por todos los sectores sociales y económicos en 2008. Sin embargo, no se hizo obligatorio hasta unos años más tarde.
Dicha crisis puso el foco sobre las transacciones financieras de las grandes entidades. Pues, la evidente incapacidad de gigantes como Lehman Brothers para evaluar cómo debían ser dichas transacciones hizo que el G20 se planteara crear una normativa específica. Sobre todo, con el objeto de controlar estas operaciones bajo un prisma de transparencia.
Con ello, el Código LEI tiene como objetivo evitar la opacidad en los mercados y reforzar la estabilidad del sistema financiero internacional. Es decir, esta medida busca mejorar la gestión de los riesgos en las operaciones reguladas a través de una mayor transparencia financiera.
¿Qué significa LEI (Legal Entity Identifier)?
El Código LEI (Legal Entity Identifier) se compone de 20 caracteres alfanuméricos, definidos por la norma internacional ISO 17442:
Prefijo LOU (4 caracteres) + Código entidad (14 caracteres) + Dígitos de control (2 caracteres)
El prefijo LOU identifica a la entidad emisora del código. Por ejemplo, los códigos emitidos por el Colegio de Registradores de España (CORPME) comienzan con el prefijo “9598”. En cualquier caso,existen otros organismos acreditados por la GLEIF en Europa que pueden emitir LEIs válidos para entidades españolas.
¿Qué empresas están obligadas a tener el Código LEI?
Aunque no todas las personas jurídicas están obligadas a registrarse para obtener un Código LEI, sí deben disponer de él aquellas entidades que intervienen en operaciones financieras reguladas o que participen de alguna manera en los mercados de valores.
Las entidades susceptibles de tener un código LEI son:
- Bancos, entidades de crédito y otras compañías financieras.
- Empresas que son emisoras de acciones, deuda u otros instrumentos financieros.
- Entidades que coticen en bolsa o que participen como contrapartes en operaciones financieras.
- Fondos de inversión y de pensiones.
- Medios de inversión alternativos
- Sociedades o filiales bajo supervisión de un regulador financiero.
Además, desde 2023, con la entrada en vigor de nuevas normativas como MiCA (Reglamento sobre Mercados de Criptoactivos) y DORA (Reglamento de Resiliencia Operativa Digital), el ámbito del LEI se ha ampliado. Esto significa que algunas empresas tecnológicas y proveedores de servicios de criptoactivos también deben obtener un LEI para sus informes, registros y comunicaciones.
De este modo, cuando una persona jurídica contrate a una empresa de servicios de inversión o a una entidad de crédito para realizar transacciones sobre sus instrumentos financieros, antes tendrá que facilitarles su Código LEI.
Sin un LEI activo y válido, las entidades financieras no podrán ejecutar operaciones reguladas por mercados financieros.
Normativa actual y organismos emisores en España (CORPME, GLEIF)
El funcionamiento del sistema del Código LEI está gestionado a nivel global por la Global Legal Entity Identifier Foundation (GLEIF), una organización sin ánimo de lucro con sede en Suiza, responsable de mantener la base de datos mundial de códigos LEI, verificar la calidad de los registros y asegurar que todos los emisores cumplan estándares técnicos y de transparencia.
Por otro lado, la supervisión de este sistema recae sobre el Regulatory Oversight Committee (ROC), integrado por más de 50 autoridades financieras internacionales. El ROC vela por la integridad del sistema, define sus principios de gobernanza y coordina la aplicación de las normas internacionales sobre el uso del LEI.
En España, la emisión y gestión de los códigos LEI corresponde al Colegio de Registradores de la Propiedad, Mercantiles y Bienes Muebles de España (CORPME), que actúa como Local Operating Unit (LOU) acreditado por la GLEIF.
El CORPME es el encargado de verificar los datos identificativos de las entidades, emitir nuevos códigos, renovar los existentes y garantizar que la información publicada cumpla con los requisitos establecidos por la GLEIF y el ROC. Aunque el CORPME es el principal LOU nacional, existen otras entidades europeas acreditadas que también pueden emitir códigos LEI válidos para empresas españolas.
En la Unión Europea, el uso del LEI se deriva de varias normativas comunitarias, entre las que destacan MiFID II, EMIR, SFTR o MAR, que exigen que las entidades participantes en los mercados financieros sean identificables de forma única y transparente. Más recientemente, como ya adelantábamos, MiCA (Reglamento 2023/1114/UE, sobre mercados de criptoactivos) y DORA (Reglamento 2022/2554/UE, sobre resiliencia operativa digital), han ampliado su aplicación a nuevos sectores tecnológicos y financieros.
¿Cómo solicitar el Código LEI paso a paso?
Antes de solicitar un Código LEI (Legal Entity Identifier), es importante verificar si la entidad ya dispone de uno. Para ello, puede consultarse en el buscador global de GLEIF o en el propio portal del Colegio de Registradores de España (CORPME).
- Si la empresa no figura en ninguno de estos dos registros, se habrá de obtener el Código LEI en España. Esto se gestiona a través delportal de solicitud del Colegio de Registradores de España: https://www.justicia.lei.registradores.org. Se rellena el formulario oficial, se firma electrónicamente la solicitud mediante certificado digital, se abonan las tasas y se espera a la validación y emisión del Código LEI.
El Código LEI tiene validez de un año desde su emisión o última renovación. Transcurrido ese plazo, deberá renovarse para mantener el estado activo (“issued”).
Documentación necesaria
- Para rellenar el formulario de solicitud se deberán aportar ciertos datos básicos de la entidad, datos del solicitante o representante legal y datos de facturación y método de pago.
En cuanto a la verificación de datos, se realiza ante registros públicos como la CNMV o la AEAT.
Coste y plazos de obtención
El coste del Código LEI depende del emisor (LOU) o el tipo de servicio (nueva emisión o renovación). Por ello, puede variar notablemente. De hecho, las tasas van desde los 49€ hasta más de 100€ por la emisión, más IVA, dependiendo del tipo de plan. Aparte, la renovación anual ronda los 50- 60 €.
Los plazos de obtención no suelen demorarse, pues hay proveedores que ofrecen códigos en un plazo rápido de minutos o mínimos días hábiles. El plazo máximo establecido para recibirlo por correo electrónico es de 15 días hábiles.
Renovación anual y actualización de datos
El Código LEI debe renovarse cada 12 meses para seguir siendo válido. El proceso de renovación es muy similar al inicial. Se accede a la plataforma del Colegio de Registradores de España o al portal del LOU que emitió el código, se introduce, el número de LEI o los datos de la empresa, se revisa que la información de la entidad esté actualizada, se firma electrónicamente la solicitud y se abona la tasa de renovación anual.
En caso de mantenimiento del Código LEI, como cambios en la información de la entidad solicitante, puede usarse esta misma plataforma para actualizar la información.
En cualquier caso, lo ideal siempre es dejar este tipo de trámites en manos de profesionales para evitar caer en errores.
Diferencia entre el Código LEI y otros identificadores fiscales
Aunque el Código LEI es un código identificativo, se diferencia claramente de otros registros fiscales o administrativos que operan a nivel nacional, como el NIF o el CIF.
Mientras que estos últimos se utilizan principalmente para fines tributarios y mercantiles dentro de un país, el Código LEI busca mejorar la transparencia en mercados financieros a nivel internacional, y está vinculado a la normativa financiera global. Ambos códigos pueden coexistir, pero cumplen funciones diferentes.
Consecuencias de no tener el Código LEI en vigor
No disponer de un Código LEI activo puede generar limitaciones operativas y regulatorias para cualquier entidad que participe en los mercados financieros.
Si una empresa está obligada a tenerlo y su código está caducado (“lapsed”), las entidades financieras y los intermediarios no podrán ejecutar operaciones en su nombre. Además del bloqueo operativo, la ausencia o invalidez del LEI puede derivar en incumplimientos normativos, lo que podría conllevar sanciones por parte de los reguladores.
Mantener el LEI en estado activo (issued) no solo evita estos problemas, sino que también refleja el compromiso de la empresa con la transparencia y el cumplimiento normativo internacional, elementos clave en la confianza del mercado y la reputación corporativa.
¿Cómo puede ayudarte Leialta con la gestión del Código LEI?
Como todas las acciones destinadas a cumplir las normativas empresariales, a la hora de obtener el LEI, lo mejor es dejarse guiar por los asesores especializados.
En Leialta ayudamos a tu empresa a cumplir todos los estándares de transparencia: te confirmaremos la necesidad (o su ausencia) de contar con este código y, en caso de necesitarlo, gestionaremos su tramitación por ti. Como tercera parte solicitante, solo necesitaremos que nos apoderes para poder representar a tu empresa en todas las gestiones. Y podrás olvidarte de todo lo demás.
Preguntas frecuentes sobre el Código LEI (FAQ)
¿Qué ocurre si mi Código LEI ha caducado, pero aún no lo he renovado?
El Código LEI pasa a estado “LAPSED”. En la práctica, los intermediarios no podrán cursar operaciones reguladas hasta que lo renueves y vuelva a estar activo.
¿Una sucursal o filial extranjera necesita su propio Código LEI?
Sí, si actúa como entidad legal identificable o participa en operaciones que requieren reporte/identificación, debe tener su LEI Propio, depende de su configuración jurídica y del uso regulatorio. Puedes gestionarlo con el LOU español (CORPME) u otro LOU acreditado por GLEIF.
¿Qué diferencia hay entre renovar y transferir un Código LEI?
Renovar hace referencia a revalidar cada doce meses los datos para mantener el estado del Código LEI en “ISSUED”.
Transferir significa mover la gestión del Código LEI de un LOU a otro LOU acreditado, sin que el código sufra modificaciones.
¿Puedo solicitar un Código LEI si mi empresa está inactiva o en liquidación?
Mientras que la entidad siga registrada, puede mantener o solicitar LEI. Cuando la entidad se diluye o fusiona, el registro pasa a estados como “RETIRED” o “MERGED”.
¿Qué sucede si cometo un error en la información enviada para el Código LEI?
Puedes corregir los datos con tu LOU o usar la GLEIF Challenge Facility para solicitar la revisión y actualización rápida del registro. Es clave mantener datos exactos por cumplimiento y para evitar rechazos operativos.
¿Las fundaciones, asociaciones o cooperativas también pueden tener LEI?
Sí. Cualquier entidad jurídica registrada puede obtener LEI si participa en actividades que lo requieren.
¿Qué significa que un LEI esté “RETIRED”, “MERGED” o “ANNULED”?
Son estados administrativos del LEI:
- RETIRED: la entidad dejó de existir.
- MERGED: la entidad se fusionó en otra.
- ANNULLED: el LEI fue anulado.
¿Es obligatorio tener un LEI si la empresa solo invierte en fondos o productos gestionados por terceros?
Si la empresa es una entidad legal y quiere que su firma de inversión actúe en su nombre, debe disponer de Código LEI, incluso cuando invierte de forma indirecta a través de gestores.

