Supongamos que el año pasado no presentaste tu declaración de impuestos sobre la renta (IRPF) dentro del plazo establecido. Ya sea porque no estabas obligado o porque ahora has observado que el resultado es a tu favor y te gustaría hacerlo, ¿Cómo actuar en esta situación?
Bueno, lo primero es considerar que, aunque presentar el IRPF fuera de plazo puede tener algunas implicaciones, si cometes un error, siempre hay formas de solucionarlo.
En primer lugar, cabe destacar que el propósito de presentar el IRPF es informar a la Administración tributaria sobre tus ingresos y deducciones para determinar si debes pagar impuestos adicionales o si tienes derecho a recibir una devolución. Sin embargo, si presentas tu declaración fuera de plazo, es posible que enfrentes algunas consecuencias. Por ejemplo, podrías tener que pagar intereses por el pago tardío o incluso enfrentar una sanción económica, dependiendo de las circunstancias.
Te contamos lo que debes saber.
Resultados a Ingresar:
Si al realizar tu declaración te das cuenta de que tienes que pagar impuestos a Hacienda, es crucial que presentes la declaración cuanto antes. Si lo haces antes de que Hacienda la reclame, solo tendrás que pagar la cuota no ingresada con un pequeño recargo. Sin embargo, si esperas a que te reclamen, las consecuencias pueden ser más graves, con sanciones que van desde el 50% hasta el 150% de la cuota, además de intereses de demora.
Resultados a Devolver:
En el caso de que Hacienda te deba dinero, la situación es más sencilla pero no exenta de precauciones. Si presentas la declaración antes de que te la reclamen, la sanción es mínima. Sin embargo, si lo haces después, la multa se duplica. En ambos casos, tienes derecho a una reducción del 40% si pagas la sanción en plazo y Hacienda no reclama. Por tanto, es importante revisar si el importe que te devolverán es mayor a la sanción.
¿Qué hacer si la sanción supera el importe a devolver?
En caso de que la sanción sea superior a la cantidad a devolver, es recomendable explorar la posibilidad de renunciar a algunos gastos deducibles o incentivos para reducir el importe a pagar. Esto puede ayudarte a asumir un menor coste y evitar mayores penalizaciones.
Por ejemplo, si presentas una declaración a devolver tras ser reclamada:
- Si te sale a devolver 30€, Hacienda te impondrá una sanción de 120€ (siempre que se pague en plazo).
- En cambio, si te sale 10€ a ingresar, tienes un recargo por fuera de plazo. Así, si te has retrasado 6 meses, el recargo es del 7%: 10€ de cuota y sólo 0,70€ adicionales de recargo.
Ejemplo de sanciones en diferentes plazos:
A continuación, te dejamos un ejemplo práctico de cómo varían las sanciones según el plazo en el que se presente la declaración.
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