
Cada vez más empresas españolas y extranjeras apuestan por las Joint Ventures como vía para crecer, innovar o internacionalizarse sin asumir todo el riesgo.Se trata de una fórmula de colaboración empresarial que combina recursos, conocimientos y esfuerzos para alcanzar un objetivo común sin perder independencia. Pero, ¿cómo funcionan realmente y cuándo conviene crear una? En este artículo te lo explicamos con ejemplos prácticos y claves legales.
Qué es una Joint Venture y para qué sirve
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Una Joint Venture, traducida literalmente como cooperación empresarial, es un acuerdo entre dos o más empresas que deciden asociarse temporalmente para desarrollar un proyecto común.
Cada parte aporta recursos financieros, tecnológicos o humanos y comparte tanto los beneficios como los riesgos derivados de la operación.
A diferencia de una fusión o adquisición, en una Joint Venture cada empresa mantiene su identidad jurídica y autonomía, aunque exista una coordinación operativa y estratégica.
Este modelo puede tener una duración limitada (por ejemplo, para ejecutar un proyecto concreto) o mantenerse indefinidamente, si la colaboración resulta rentable para ambas partes.
En la práctica, las empresas Joint Ventures se utilizan para:
- Expandirse a nuevos mercados internacionales, especialmente cuando la normativa local exige un socio del país destino.
- Desarrollar nuevos productos o servicios mediante la combinación de tecnología y know-how.
- Compartir riesgos financieros o de inversión en sectores de alta competitividad.
- Acceder a canales de distribución o recursos complementarios que una sola empresa no posee.
En España, las Joint Ventures se sustentan en el principio de libertad de pactos recogido en el artículo 1255 del Código Civil, lo que permite adaptar cada acuerdo a las necesidades concretas de las empresas implicadas. En definitiva, la Joint Venture es una herramienta estratégica que une fuerzas sin perder independencia, permitiendo a las empresas crecer más rápido, diversificar su actividad o internacionalizar su negocio con menor riesgo.
Características principales de una Joint Venture
La Joint Venture se formaliza mediante un contrato de colaboración empresarial, en el que dos o más compañías acuerdan unir recursos para desarrollar una actividad común, sin perder su independencia jurídica.
No se trata de una fusión ni de una sociedad mercantil ordinaria, sino de una alianza temporal y estratégica basada en la confianza, el equilibrio de aportaciones y la definición clara de derechos y obligaciones.
A nivel legal, su estructura se apoya en los principios de la libertad de pactos del Código Civil y suele incluir:
- Objeto y duración del acuerdo: especifica el proyecto o fin común y su periodo de vigencia.
- Aportaciones de cada parte: capital, tecnología, personal o recursos materiales.
- Régimen de beneficios y pérdidas: detalla cómo se reparten los resultados o se asumen los riesgos.
- Gobernanza y control: fija los órganos de decisión y los mecanismos de resolución de conflictos.
- Cláusulas de confidencialidad y salida: esenciales para proteger la información y permitir la desvinculación ordenada de los socios.
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Tipos de Joint Venture que existen
Existen distintas formas de estructurar una Joint Venture, según el grado de integración jurídica entre las empresas y los objetivos que se persigan.
En la práctica, suelen distinguirse dos grandes modalidades: la Joint Venture contractual y la Joint Venture societaria o de coinversión.
Según la forma jurídica
La Joint Venture contractual se basa básicamente en un acuerdo legal entre las empresas participantes, pero la societaria crea una nueva entidad legal para llevar a cabo el proyecto.
Joint Venture contractual
Es la forma más sencilla y flexible. Las empresas colaboran mediante un contrato mercantil privado, sin crear una nueva entidad jurídica.
Cada parte mantiene su plena independencia, y el acuerdo regula aspectos como las aportaciones, los derechos, la distribución de beneficios y la duración del proyecto.
Este modelo es frecuente en alianzas comerciales, proyectos de I+D o colaboraciones puntuales donde no se requiere una estructura permanente.
Joint Venture societaria o de coinversión
En este caso, las empresas deciden constituir una nueva sociedad (por ejemplo, una S.L. o una S.A.) en la que participan como socias.
Esta nueva entidad cuenta con personalidad jurídica propia, patrimonio independiente y una estructura de gobierno definida.
Suele emplearse para proyectos de gran envergadura o expansión internacional, donde se necesita una gestión estable y una mayor seguridad jurídica.
El acuerdo se formaliza a través de un pacto de socios, que regula la toma de decisiones, la distribución accionarial y los mecanismos de salida.
Según el objetivo empresarial
Más allá de la forma jurídica, una Joint Venture puede clasificarse según la finalidad del proyecto:
- De innovación o I+D: para desarrollar conjuntamente tecnología o nuevos productos.
- De internacionalización: para acceder a mercados extranjeros, especialmente donde se exige un socio local.
- De inversión o expansión: para compartir costes y riesgos en nuevas líneas de negocio.
En todos los casos, el éxito depende de la claridad del contrato y de un asesoramiento legal y fiscal especializado que garantice la seguridad y la transparencia de la alianza.
Ejemplos de Joint Venture exitosas
Las Joint Ventures han sido una de las fórmulas más utilizadas por las empresas para crecer, innovar o acceder a nuevos mercados compartiendo riesgos.
A continuación, algunos casos reales que ilustran su potencial estratégico.
Sony – Ericsson (2001)
Uno de los ejemplos más conocidos fue la alianza entre Sony Corporation y Ericsson AB.
Ambas compañías formaron una Joint Venture societaria para combinar la experiencia tecnológica de Sony en electrónica de consumo con el liderazgo de Ericsson en telecomunicaciones.
El resultado fue la marca Sony Ericsson, que durante más de una década dominó el mercado de los teléfonos móviles antes de la irrupción de los smartphones.
Fue un ejemplo claro de cómo dos empresas complementarias pueden crear valor conjunto mediante innovación y sin perder su identidad.
Iberdrola – Masdar (Energías Renovables, 2023)
En el ámbito español, Iberdrola y la emiratí Masdar sellaron en 2023 una Joint Venture valorada en más de 15.000 millones de euros para desarrollar proyectos de energía eólica marina.
El acuerdo combina la experiencia técnica y financiera de ambas compañías para impulsar la transición energética global, reforzando a España como referente en energías limpias.

Ventajas y desventajas de una Joint Venture
Antes de constituir una Joint Venture, es fundamental conocer sus beneficios y los posibles riesgos asociados.
Aunque se trata de una herramienta eficaz de cooperación empresarial, su éxito depende de una correcta planificación y de un marco legal equilibrado entre las partes.
| Ventajas | Desventajas |
|---|---|
| Acceso a nuevos mercados y clientes | Complejidad legal y fiscal |
| Reducción de riesgos y costes | Diferencias culturales o de gestión |
| Innovación y desarrollo conjunto | Riesgo de conflictos en la toma de decisiones |
| Sin pérdida de independencia jurídica | Duración limitada |
| Sinergias estratégicas | Fuga de conocimiento o información sensible |
Cómo crear una Joint Venture paso a paso
Formar una Joint Venture requiere planificación estratégica y una base legal sólida. Estos son los pasos esenciales para hacerlo correctamente:
- Definir el objetivo común. Identificar el propósito del acuerdo (expansión, innovación, inversión conjunta…) y los resultados esperados.
- Seleccionar al socio adecuado. Buscar una empresa con recursos, valores y experiencia complementarios, y realizar una due diligence previa.
- Elegir la forma jurídica. Decidir entre una Joint Venture contractual (sin nueva sociedad) o societaria/de coinversión (creando una entidad propia).
- Redactar el acuerdo o pacto de socios. Especificar aportaciones, reparto de beneficios, duración, órganos de control y cláusulas de confidencialidad y salida.
- Formalizar y ejecutar el acuerdo. Firmar ante notario o con validez mercantil, registrar la nueva sociedad si procede y establecer un sistema de seguimiento y control conjunto.
Aspectos legales de una Joint Venture en España
La Joint Venture no cuenta con una regulación específica en la legislación española, por lo que se rige por la libertad de pactos del artículo 1255 del Código Civil y, en su caso, por la Ley de Sociedades de Capital, si se constituye una sociedad conjunta.
En el plano legal, el contrato debe recoger con precisión:
- El objeto del acuerdo y su duración.
- Las aportaciones y responsabilidades de cada parte.
- El reparto de beneficios y pérdidas, así como los mecanismos de resolución de conflictos.
- Cláusulas de confidencialidad, propiedad intelectual y salida.
Aspectos fiscales y tributarios de una Joint Venture
En el ámbito fiscal, los beneficios obtenidos por cada socio tributan en su propia contabilidad, según su participación o aportación al proyecto.
Si se crea una nueva sociedad, esta tendrá sus obligaciones fiscales propias (Impuesto sobre Sociedades, IVA, retenciones…).
Cuando conviene una Joint Venture y cuando no
La Joint Venture puede ser una excelente herramienta para impulsar el crecimiento o acceder a nuevos mercados, pero no siempre es la fórmula adecuada. Su éxito depende de los objetivos comunes, la confianza entre las partes y la correcta estructuración legal del acuerdo.
Conviene crear una Joint Venture cuando dos o más empresas desean colaborar para internacionalizarse, compartir inversión y riesgos, o combinar recursos y conocimientos complementarios. También es una buena opción para proyectos de innovación o desarrollo tecnológico, donde la cooperación acelera los resultados sin perder independencia jurídica.
Por el contrario, no es recomendable cuando los socios tienen objetivos distintos, buscan control total o el proyecto puede resolverse mediante contratos comerciales más simples, como distribución o franquicia. Además, su complejidad legal y fiscal exige planificación y asesoramiento experto.
Cómo puede ayudarte Leialta a crear una Joint Venture
En LEIALTA acompañamos a las empresas en todo el proceso de creación y gestión de una Joint Venture, desde el análisis estratégico inicial hasta la redacción del acuerdo y su correcta implementación legal y fiscal.
Nuestro equipo de asesores y abogados expertos en derecho mercantil, fiscal y societario se encarga de que cada alianza se formalice con seguridad jurídica, equilibrio entre las partes y cumplimiento normativo.
Además, te ayudamos a:
- Evaluar la viabilidad y los riesgos legales de la colaboración.
- Redactar contratos y pactos de socios adaptados a cada proyecto.
- Optimizar la fiscalidad y las obligaciones laborales derivadas del acuerdo.
- Acompañarte en la constitución de la nueva sociedad, si el proyecto lo requiere.
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Hola, Cuál es la diferencia entre un contrato de JV y un contrato de fusión? Gracias
Hola Miguel,
La principal diferencia entre una joint venture y un contrato de fusión es que, en la joint venture se conserva la individualidad jurídica, es decir, cada empresa sigue siendo una sola, y se unen temporalmente para crear una tercera actividad económica que les brinde ganancias a ambos. Mientras que en un contrato de fusión, las dos empresas se fusionan, pierden su individualidad y se convierten en una sola persona jurídica.
Un saludo.